El volantin por décadas han llenado de color los cielos de nuestro país, especialmente como representantes de que la primavera y el 18 de septiembre se acercan. Y aunque su presencia pareciera ir en retirada, aún existen artesanos que dedican tiempo y cariño al oficio de confeccionar volantines.
El volantin versión chilena del cometa es parte del alma e identidad de Chile, donde encumbrar estos es considerado un juego tradicional llamado volantinismo.
Normalmente un volantin tiene estructura cuadrada y está hecho de papel seda de colores. Usa un hilo que se une a otros tres que se atan a las varillas de coligüe en forma de trípode invertido. Puede tener cola para hacerlo más estable; sin embargo, en las versiones más grandes (pavos) no se le agrega. También puede tener flecos en los costados y aretes (colas más pequeñas) en cada lado, las que pueden ser útiles cuando está descompensado. El oficio de crear volantines es meticuloso, preciso y creativo, ya que prácticamente es ilustrar con papeles de color en el aire.
Dentro de los juegos tradicionales con volantines está echar comisiones, que son batallas aéreas entre volantines, usualmente premunidos de hilo curado. Debido a los accidentes provocados con este tipo de hilo con abrasivos, su uso está prohibido en Chile.
Colores, paciencia y arte
Esteban Oyarzún lleva 25 dedicados al volantín profesionalmente. “Desde chiquitito me gustaba encumbrar. A las 9 de la mañana ya estaba fuera de mi casa con un volantín”, dice el artista, quien gracias a sus creaciones ha podido vivir en plena pandemia.
“En estos dos años la compra de volantines creció. El estar tanto en casa llevó a que mucha gente se interesara de nuevo en ellos”, dice. Y la temporada primaveral (incluyendo Fiestas Patrias) es la más intensa. “Fabrico cerca de 100 mil y 120 mil cada temporada. Estoy fabricando casi todo el año”, agrega. “Empiezo a las 7 de la mañana y estoy hasta pasadas las 12 de la noche”.
“Es mucho el tiempo, la dedicación, el cariño, la paciencia que uno pone en este arte, porque para mi es un arte. Lástima que algunos no lo vean así. Pero hay mucha creatividad atrás, además de un trabajo minucioso, detallado. Es como pintar en tela, pero pegando pedacitos de papeles”.